En estos días, y sobre todo al principio de un nuevo año, somos muy dados a las listas. Es una forma fácil de presentar bajo un pretendido orden algunas ideas: ‘Las siete mayores noticias del año’, ‘los cinco personajes más influyentes’, ‘las diez canciones más escuchadas’, ‘las doce palabras del año’, etc. Por cierto, la palabra del año 2019 ha sido EMOJI; esperemos que sea un buen augurio para EMO (http://www.fundeu.es/palabra-del-anno/2019/).

Como comentábamos antes, parece ser que a los humanos nos gustan las listas; las hacemos desde siempre. Son célebres la de ‘las cosas que hacer antes de morir’, o la de ‘cosas que llevaríamos a una isla desierta’. Una lista transmite información de un modo fácil de leer y de entender. Es importante anunciar cuántos elementos la componen y luego enumerarlos uno a uno.

Pues bien, nuestra lista de tendencias ya ha sido desgranada en artículos anteriores. Aquí anunciaremos que eran siete y las enumeraremos con los correspondientes links a los artículos en que fueron desarrolladas.

Los restaurantes y, en el caso de la restauración organizada, los departamentos de i+d de las marcas, siempre tienen entre sus tareas la creación de nuevos platos, nuevos ingredientes o nuevas recetas que dentro del estilo de su local resulten apetecibles y atractivas para el cliente, atrayendo al nuevo, fidelizando y ayudando a provocar nuevas visitas de clientes habituales. En definitiva, se trata de generar más venta.

Los cocineros, chefs y departamentos i+d de las cadenas de restauración buscan ese nuevo sabor, ese nuevo ingrediente de nombre evocador y sugestivo con apariencia de novedad. El cliente es favorable a la literatura en los nombres de platos que no sabe hacer, a las experiencias que no encuentra fácilmente en su casa. Harina de plátano verde, poké, carne wagyu, hongo chaga, shiitake, brotes, fermentados, cocina a baja temperatura, semillas, algas, super alimentos, etc. Todo esto, que podría parecer circunscrito a los grandes chefs o restaurantes con estrella Michelin, se explora en diversas formas en el contexto de la restauración organizada en todas sus gamas de precios.

Contextualizando en un marco más amplio, en esta búsqueda de la novedad y primicia en las recetas, ingredientes o sabores, percibimos una serie de ‘corrientes generales de pensamiento’ o, por decirlo con una desgastada palabra de moda, ‘tendencias’ que hemos destacado en este conjunto de artículos. Siete tendencias en restauración organizada:

 

  1. Real food. Menos ingredientes, comida real y sana.
  2. Menos consumo de carne, dietas flexitariana, vegetariana y vegana. (ir al artículo)
  3. Reducción de azucares añadidos. (ir al artículo)
  4. Menor consumo de bebidas alcohólicas. Cócteles y refrescos sin alcohol. (Tendencia dentro del artículo 3) (ir al artículo)
  5. Robotización y mecanización de procesos. (ir al artículo)
  6. Reducción de envases individuales y plásticos desechables. (ir al artículo)
  7. Aumento de ventas de restauración y retail en delivery. (Tendencia dentro del artículo 5)  (ir al artículo)
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