Adecuar la planta sótano de las oficinas de BTOB para albergar salas de trabajo, un área de descanso y una cafetería para uso del personal, supuso un inusual reto. La planta sótano se configura en multitud de salas pequeñas separadas por una estructura densa compuesta por espesos muros de carga. La comunicación entre ellas se realiza a través de pequeñas aperturas puntuales en el cerramiento que producen un laberinto en la comunicación interior.

Para resolver este problema, Ángela Monje propone un eje longitudinal que permite una comunicación paralela a lo largo del muro central que sirve de referencia visual. Alrededor de este eje principal se ubican las salas de trabajo para pequeñas empresas que trabajan en régimen de co-working, que comparten los recursos comunitarios y el mismo espacio.